El presente trabajo plantea la necesidad de iniciar a los docentes en el uso de la cámara, del montaje y la producción
audiovisual, fase previa a una introducción de estos elementos procedimentales de creación y goce en las coordenadas curriculares.
En nuestras investigaciones venimos defendiendo que las innovaciones curriculares deben ir acompañadas de una adecuada opción
formativa que contemple al elemento clave de transmisión: el educador. Los educadores disponen de un conocimiento de la televisión
y los medios audiovisuales en el que destaca su faceta como espectadores. Si queremos que entre los maestros y el profesorado en
general se plantee una «cultura televisiva y audiovisual» debemos ofrecerles nuevos mecanismos de apoyo. Este engranaje de
relaciones puede verificarse en el momento crucial de la formación inicial de los educadores. Después, el maestro o la maestra podrá
transformar su propia experiencia al introducir en el curriculum escolar los talleres de video y el acercamiento a la televisión como
medio creativo. Si no existe este contacto previo con la cámara y la edición, será muy difícil que el docente pueda manejar
adecuadamente los conceptos teóricos que rigen el lenguaje televisivo.
Maestros de maestros es una investigación en la que venimos trabajando en el grupo Art Education and Visual Culture, del
que formamos parte algunos investigadores de la Universitat de València. La intención es ofrecer una reflexión sobre la capacidad
evocadora que surge de la transmisión de experiencias entre quienes ejercen profesionalmente como educadores y quienes están
formándose como tales, con la finalidad de conseguir que en el resultado curricular posterior queden patentes una serie de aspectos
nuevos (entre ellos el conocimiento mayor de la televisión como entidad mediadora). Este trabajo forma parte asimismo de un
conjunto de enfoques sobre la cuestión del educador y su función dentro del engranaje social. Pensamos que los futuros educadores
pueden aprovechar la experiencia de sus “maestros” para reflexionar sobre el oficio de enseñar, bien a partir de los consejos y
observaciones que aquellos aportan sobre su trabajo, o bien iniciando una concepción nueva y más compleja del entorno educativo,
con lo cual redefinimos en profundidad el entramado curricular y sus posibles adecuaciones a la realidad actual. El marco local y
global que ofrece este inicio de siglo resulta muy adecuado para establecer parámetros o criterios mucho más porosos y sugerentes.
Sin duda, la posibilidad de valorar el ejemplo de los profesionales y que sean éstos quienes respondan a las dudas y a los
interrogantes de los actuales estudiantes, puede favorecer este intercambio intergeneracional de experiencias para revelar así nuevos
dispositivos. En última instancia, serán los niños y niñas, así como los adolescentes, quienes recibirán un nuevo enfoque curricular, a
partir del cual podrán introducir la televisión como elemento sugerente y de reflexión.
Pensamos que la producción de audiovisuales puede plantear este encuentro de generaciones desde la propia gestación de
documentos audiovisuales. Siendo conscientes de la falta de preparación del alumnado (en este caso universitario, y desde luego del
de los ciclos de primaria y secundaria), también es cierto que su cultura visual es mucho más vasta y compleja a medida que se
suceden las generaciones. Es por ello que valoramos positivamente su capacidad para establecer mensajes en formato audiovisual.
Además, las mentes de nuestros actuales estudiantes universitarios, y sobre todo las de los alumnos de primaria y secundaria, están
en un momento interesantísimo de cambio de parámetros, desde lo analógico (situación en la que nos sumimos los profesores) hacia
lo digital (estado que los futuros maestros encontrarán ya perfectamente establecido entre su alumnado)
This paper states the need to initiate teachers in the use of the camera, edition and audiovisual production, previous to the
introduction of such elements and procedures in the syllabus. In our research, we have argued that syllabus innovations should entail
a suitable training option considering the key transmission element: the trainer. Trainers know about television and audiovisual
media, especially as spectators. If we wish teachers to introduce a televisual and audiovisual culture we should offer them new
support mechanisms. This network of relations can be checked at the crucial time of the trainers’ initial training. If there is no
previous contact with camera and edition, it will be extremely difficult for the teacher to be able to properly handle the theoretical
concepts ruling television language, and consequently, an important part of visual culture