La mayoría de los debates acontecidos hasta el momento radican sobre el papel formativo de la televisión, de los cuales ésta
no sale muy bien parada: criticada por la cantidad de programas dirigidos al target infantil, sobre todo dibujos animados, cargados
con un alto contenido de violencia. Pero hasta el momento poco o nada se ha cuestionado la verdadera vocación con la que nació la
televisión: su vocación lúdica o de entretenimiento; por alguna razón, el target infantil mira la televisión en su tiempo de ocio, como
un medio de diversión y entretenimiento, aunque todos sabemos que para bien o para mal, la televisión es mucho más.
El planteamiento sobre el que versa esta comunicación radica en una premisa realizada por François Mariet, donde comenta la
idea de que al igual que no se va a la escuela para divertirse, tampoco se mira la tele para instruirse, pero uno cosa no excluye a la
otra, puesto que todo niño puede divertirse en la escuela e instruirse mirando la tele; de hecho esta debe ser la finalidad con la que
se construya el medio televisión como un medio formador y de entretenimiento.
Se considera interesante no sólo abordar el valor formativo de la televisión, asignatura que todavía no ha conseguido aprobar,
puesto que valores como el egoísmo, beneficio inmediato, poca necesidad de esfuerzo, primacía del bien individual frente al colectivo,
abuso de violencia… se suceden a lo largo de la parrilla televisiva; sino también cuestionar el nivel de entretenimiento que esos
programas suscitan en el público más joven. Tarea ardua donde las haya, ya que, en contra de los que temen la omnipotencia de la
televisión, los productores saben muy bien que es imposible mantener en antena un programa para niños que éstos no deseen ver, y
no es nada fácil agradar a un niño: público caracterizado por su alto nivel de exigencia e infidelidad ante la pantalla.
Es necesario conciliar educación y entretenimiento en la parrilla de programación infantil; porque no podemos permanecer
ciegos a los efectos, indudablemente educadores que la televisión tiene; lo primero se cuestiona e investiga pero: ¿qué hay del
segundo concepto: el entretenimiento? No se debe olvidar que un programa infantil puede ser dramático o no, diseñado para educar o
no, pero el objetivo principal es que tiene que ser percibido como divertido por el público infantil.
Actualmente se asiste a una parrilla infantil donde con series como YU GI OH!, MEDABOTS o PINGU, ni siquiera se dan los
parámetros mínimos de entretenimiento necesarios para que el público al que va dirigido pueda «disfrutar» de su tiempo de ocio. Los
estándares australianos para televisión infantil (CTS) ratifican que un programa infantil entretenido de calidad debe contar una buena
historia, ser impredecible, tener un ritmo apropiado al estilo de la historia contada y poseer un estilo visual moderno. Pues bien, ya
sea por la débil linealidad causa-efecto argumentativa, bien por la simplicidad de los contenidos expuestos, o bien por la escasa
calidad audiovisual que los constituye, el entretenimiento suscitado por estos programas y otros muchos no mencionados es mínimo.
Desde la Universidad de Alicante, se está inmerso en un Proyecto de Investigación, donde se analizan la calidad de los contenidos
programáticos y publicitarios dirigidos al target infantil, y dentro de los parámetros de calidad se encuentra el entretenimiento
suscitado, el cual, sin adelantar resultados no se encuentra en muy buen momento.
La televisión de calidad debe enseñar, complementando que nunca sustituyendo la labor realizada por la escuela, pero esa
enseñanza debe estar impregnada en un contexto lúdico y de entretenimiento tal y como sucedió en su día con BARRIO SÉSAMO y
está ocurriendo, aunque en menor medida con «Los Lunnies, Twenies, El nuevo mundo de los gnomos» sucede, por lo tanto es
posible, sólo es necesario el esfuerzo de todos
Nowadays most of researches made about children´s television discuss the effects of tv on children and study the values that
tv broadcasts. A grand number of studies realized, study the contens of the children´s television proving that values such as
individualism, egoism, violence predominate in this type of television programs. However, in words of Mariet tv shouldn´t be
educative, but tv has to be enjoyable. At the moment our children´s television hasn´t got the minimus necessary stands of quality for
Australian Broadcasting Authority so that the children´s television can be enjoyable. This research propuses children´s should be
educative but it can´t forget the true aim tv: the entertainment