En este trabajo se muestra la distribución espacial de las diferentes formaciones geológicas que forman
los Complejos del Veleta y del Mulhacén en el Espacio Natural de Sierra Nevada y se ilustran, mediante
fotos macroscópicas, sus tipos de rocas más característicos. Los Complejos del Veleta y del Mulhacén,
constituyen las unidades más profundas de las Cordilleras Béticas y afloran en Sierra Nevada formando
los picos de mayor altura de la Península Ibérica. El Complejo del Veleta (CV) está formado por varios
miles de metros de micaesquistos con grafito y aflora como una serie de ventanas tectónicas bajo el Complejo
del Mulhacén (CM). Este último complejo está formado por dos mantos de corrimiento, de origen cortical,
compuestos por basamentos Paleozoicos y coberteras Mesozoicas, entre los cuales está tectónicamente
intercalado un manto ofiolítico de edad Jurásico-Cretácica. Dentro de los mantos de origen cortical
del CM se encuentran rocas metagraníticas, generadas por un magmatismo sin-colisional tardi-hercínico y
por un vulcanismo, ácido a intermedio, de carácter intraplaca postcolisional. El manto ofiolítico está compuesto
por rocas básicas, ultramáficas y sedimentarias, afectadas por metamorfismo de fondo oceánico y
por metamorfismo orogénico. Las rocas ultramáficas son serpentinitas y harzburgitas secundarias, que
contienen diques basálticos parcialmente rodingitizados y metamorfizados. El metamorfismo alpino desarrolló
en el CM facies de eclogitas a las que se superpusieron facies de anfibolitas de Ab-Ep, mientras que
en el CV se desarrollaron facies de anfibolitas de Ab-Ep seguidas por facies de esquistos verdes. Las diferentes
unidades tectónicas que forman los Complejos del Veleta y del Mulhacén, así como la Formación
de Soportújar, que se depositó sobre materiales del CM en una etapa intraorogénica alpina, fueron definidas
basándose en las características de algunos afloramientos que están muy bien representados dentro
del Espacio Natural de Sierra Nevada. Estos afloramientos constituyen una serie de georrecursos petrológicos
que son esenciales para reconstruir el origen y la evolución petrogenética de Sierra Nevada y, por
extensión, de la Cordillera Bética. Por esta razón, requieren un grado máximo de preservación, que impida
su destrucción y el expolio de las rocas y minerales que los integran.
We show the spatial distribution of the various geological formations that make up the Veleta and Mulhacén
Complexes into the Sierra Nevada Park and illustrate, with macro- and microscopic photographs, their
most characteristic types of rock. The Veleta and Mulhacén Complexes were previously considered together
as the Nevado-Filábride Complex. They constitute the deepest units of the Betic Cordilleras and crop out in
Sierra Nevada forming the highest peaks of the Iberian Peninsula. The Veleta Complex (VC) is formed of
several thousand metres of graphite-bearing micaschists and crops out as a series of tectonic windows below the Mulhacén Complex (MC). This latter complex comprises two thrust nappes of crustal origin, composed
of a Palaeozoic basement and Mesozoic cover series, between which a Jurassic-Cretaceous ophiolitic
nappe is tectonically intercalated. Within the MC nappes of crustal origin, there appear meta-granitic
rocks, generated in a late-Hercynian syn-collisional magmatism and a Permian to Triassic, post-collisional
intraplate, acidic-to-intermediate volcanism. The ophiolitic nappe is composed of basic, ultramafic and sedimentary
rocks affected by ocean-floor and orogenic metamorphism. The basic rocks mainly retain their original
MORB character. The ultramafic rocks are serpentinites and secondary harzburgites containing partly
rodingitized meta-basaltic dykes. The Alpine metamorphism developed eclogite facies followed by Ab-Ep
amphibolite facies in the MC and Ab-Ep amphibolite facies followed by greenschist facies in the VC. The different
tectonic units forming the Veleta and Mulhacén Complexes, so as the Soportujar Formation, which
was deposited over the MC units during an alpine intraorogenic stage, were defined from outcrops very well
represented into the Natural Space of Sierra Nevada. These outcrops constitute a series of petrological georesources,
which are essential to reconstruct the origin and petrogenetic evolution of Sierra Nevada and, by
extension, of the Betic Cordillera. For this reason, they would deserve the highest degree of protection in
order to prevent the destruction and plundering ot their rocks and minerals