Durante décadas la OCDE constituyó un “club” económico y político
exclusivo de las naciones occidentales del área transatlántica. En la última
década, la OCDE está enfrentando a desafíos sin precedentes, como resultado
de los cambios en la economía mundial ante la creciente importancia de las
economías del Este y el Sur. Como consecuencia de lo cual, la OCDE está
reformándose para ser más incluyente, con la perspectiva de un ampliación
de los miembros y adoptando un enfoque de política menos ortodoxo,
reconociendo que hay varias formas de crecimiento económico más que
una sola “vía de la OCDE”. La organización ha manifestado su necesidad
de un compromiso ampliado con las principales economías emergentes, la
cuestión es si éstas necesitan realmente de la OCDE. A partir de información
primaria, documentos oficiales, entrevistas semiestructuradas a directivos de
la organización y fuentes secundarias, este trabajo evalúa el potencial rol de la
organización en el gobierno económico internacional en las primeras décadas
del siglo XXI.
For decades, the OECD constituted an economic and political “club”
of Western countries focused around the transatlantic axis. Today, it faces
unprecedented challenges as the world economy shifts to the East and the
South. In response, the OECD is undergoing meaningful reform: it is becoming
more inclusive by broadening out membership, whilst taking a more openminded
approach to policy, recognising there are more ways to economic growth
than the “OECD way”. The OECD needs to engage the new economic players,
but do they really need the OECD? Using primary data, official documents,
semi-structured interviews with high officials and secondary sources, this paper
evaluates the prospective roles the organization could play in international
economic governance at the beginning of the twenty-first century.