dc.description.abstract | Los objetivos internacionales de educación incluidos en los Objetivos de
Desarrollo del Milenio de la ONU (ODMs) han ejercido una influencia importante
sobre los países del África Subsahariana. ¿Son capaces estos países de
conseguir los variados objetivos de desarrollo adscritos a la educación, como
reducción de la probreza, reducción de la mortalidad infantil, limitación de la
fertilidad, mejoras en la recaudación de impuestos y crecimiento económico?
De acuerdo con numerosos autores que han puesto en duda que la educación
pueda cumplir con su papel de panacea, este articulo trata algunos mitos
existentes en los ODM relativos a la educación. Dos de estos mitos son objeto
de mayor interés. Primero, los ODM se centran en la educación primaria
universal, ignorando todo lo que se conoce sobre los beneficios de la educación
en los países del África Subsahariana. Segundo, los objetivos de educación
se basan en el concepto de “capital humano”, que asume que la inversión
en educación se puede asimilar a la inversión en capital físico y que genera
una mayor productividad para el trabajador y crecimiento económico. Sin
embargo, el enfoque del capital humano adolece de importantes debilidades
y no resulta útil para analizar cómo las mejoras en educación puede favorecer
el crecimiento en las economías africanas._____________________________________________The international education goals enshrined in the UN Millennium
Development Goals (MDGs) have had a significant impact in sub-Saharan
African countries. Are they likely to achieve the varied developmental roles
ascribed to education, such as poverty reduction, improvements in child
mortality, fertility decrease, increases in tax collection and rising economic
growth? While several authors have questioned whether education generally
can fulfil its ‘magic bullet’ role, this article will focus on some specific myths
underlying the education MDGs. Two myths are of particular concern. First,
these MDGs focus on universal primary education (UPE), ignoring what is known
about the benefits of education in sub-Saharan African countries. Second, the
MDG education goals are predicated on the concept of ‘human capital’, which
assumes that investment in education can be treated like investment in physical
capital and that it will lead to rising worker productivity and economic growth.
However, the human capital approach is subject to fundamental weaknesses
and is not a useful guide for the way that educational improvements are likely
to impact on economic growth in African economies. | en_US |