Las nuevas tecnologías han introducido profundos cambios en nuestro entorno y en los modos de relacionarnos con
los demás. La televisión, el teléfono móvil e Internet han abierto nuevas posibilidades de comunicación, ocio y formación
para muchas personas. Pero el acceso a las nuevas tecnologías para algunos individuos o grupos sociales
puede hallarse condicionado por diferentes barreras. Uno de los grupos que habitualmente resultan «invisibles» en
las investigaciones sobre comunicación y nuevas tecnologías es el de las personas con discapacidad intelectual (DI).
En la presente investigación han participado 156 personas adultas con DI (trabajadores y usuarios de la Fundación
Carmen Pardo-Valcarce en Madrid, España). Se ha llevado a cabo un estudio exploratorio con el fin de caracterizar
en términos generales los patrones de uso de las nuevas tecnologías de comunicación (Internet y teléfonos móviles)
de los participantes, así como sus patrones de consumo de televisión. Como conclusión puede señalarse que las pautas
de comportamiento de las personas con DI en relación a las nuevas tecnologías de información y comunicación,
en términos generales, se aproximan a las de la población general. Solo en aspectos puntuales podemos encontrar
diferencias llamativas. En algunos casos, tales diferencias pueden atribuirse directamente a la DI. Pero también es
necesario tener en cuenta un posible efecto estigma actuando en las personas que rodean al individuo con DI, que
puede motivar comportamientos discriminatorios._________________________________New technologies have dramatically changed our daily lives and the way we are connected to other people. Te le -
vision, cellular telephony and the Internet have opened up new opportunities in communication, leisure and training,
and yet barriers prevent certain social groups from accessing these new technologies. People with intellectual disability
(ID), for instance, are often «invisible» to communication and new technology researchers. An exploratory study
was made of 156 adults with ID (workers and users of the Carmen Pardo-Valcarce Foundation sheltered employment
programs and workshops in Madrid, Spain) to show their patterns of new technology (cell phones, Internet
and television) use. The study confirms that these patterns are similar to those expected of the general public but
spe cific differences were found. Some could be attributed to the direct effects of intellectual disability, but others
could result from the hypothetical stigma effect on the attitude of those close to the person with intellectual disability,
which might lead to discriminatory behaviors.