dc.description.abstract | Las recientes apelaciones a un mayor volumen de ayuda al desarrollo suelen ignorar la escasa evidencia sobre el impacto redistributivo de la ayuda. El grado de desigualdad no es un criterio que usen los donantes para asignar su ayuda, pero, junto con el crecimiento económico, la ayuda puede ser eficaz en la reducción de la desigualdades de los países en desarrollo. Usando un modelo probit ordenado para una muestra de treinta países entre 1995-1998, el trabajo da cuenta de que tanto la ayuda como el crecimiento están asociados a la desigualdad, aunque en grados y retardos diferentes. La ayuda, tal como ha sido asignada hasta ahora, tiene menor impacto que el crecimiento, pero también reduce la desigualdad, si ésta no es muy alta. Hay importantes diferencias regionales: los menores efectos de la ayuda sobre la desigualdad se aprecian en América Latina, a pesar de ser la región más inequitativa. Las planificaciones y estrategias de desarrollo y las evaluaciones de impacto de la ayuda, deben contemplar sus efectos no sólo sobre el crecimiento económico, sino también sobre la desigualdad.
____________________________________________Recent international calls for more effective foreign aid underscore the surprisingly little evidence on the redistributive impact of aid. Distribution in recipient countries is not even a qualifying criterion for donors when allocating aid. This paper addresses the fundamental question of whether current aid and economic growth trends will likely render substantive egalitarian benefits to the developing world. Using an ordered probit econometric model in a thirty developing country panel between 1995 and 1998, the paper finds that aid and economic growth affect recipient countries’ inequality neither largely nor always in the same direction. Aid has typically lower impacts on the national distribution of incomes than economic growth. There are also important regional differences: the impacts of aid and economic growth are lowest in Latin America, the already most unequal region in the world. The new calls for more effective aid are absolutely justified: current strategies will unlikely improve inequality in the developing world. | en_US |