La construcción de embalses es una práctica generalizada en la cuenca mediterránea, inicialmente como
consecuencia directa del déficit hídrico que periódicamente se produce en este ámbito geográfico a distintas
escalas temporales. Desde una perspectiva ecológica general y considerando solo el medio acuático, la creación
de embalses representa una profunda alteración del ecosistema fluvial original, con tres consecuencias
ambientales fundamentales: 1) El embalse es otro tipo de ecosistema acuático, de naturaleza esencialmente
léntica, en contraposición al carácter lótico del río no regulado. Se sustituye un tipo de ecosistema por otro
distinto. En el medio aéreo sería equivalente, por ejemplo, a la transformación de un bosque en un pastizal. 2) Se
genera una barrera que dificulta y en ocasiones impide totalmente, la dispersión de los distintos elementos que
conforman la biocenosis acuática. 3) Favorece (y en no pocas ocasiones estimula) la diseminación y el
establecimiento de organismos foráneos de carácter invasor con influencia negativa sobre la biota autóctona. El
medio mediterráneo se caracteriza por la existencia de periodos de tiempo más o menos dilatados, dominados
por un fuerte estrés hídrico. Esta adversidad ecológica ejerce una profunda influencia sobre las comunidades
acuáticas y es un elemento clave en su configuración. Al mismo tiempo, el área dominada por el clima
mediterráneo, en comparación con medio templados, se caracteriza por la existencia de numerosas cuencas
fluviales, normalmente de pequeñas dimensiones, que someten a un completo aislamiento a las biocenosis
acuáticas que las habitan. La combinación de condiciones ambientales adversas, a veces extremas, impuestas por
la sequía, junto con el aislamiento resultante de la fragmentación del espacio en múltiples cuencas fluviales,
componen un marco ecológico y evolutivo en el que ha surgido una elevada biodiversidad, constituida por
numerosos taxones endémicos de distribución restringida. Este marco ecológico excepcional se está alterando
significativamente en la actualidad a través de la sistemática regulación de la mayor parte de los cursos de agua
que lo recorren. Ello supone una irreversible pérdida de biodiversidad. En este trabajo se revisan las principales
alteraciones que sufren los ecosistemas fluviales fruto de la creación de embalses, a partir de información
obtenida de nuestro propio trabajo y de lo publicado por otros autores. El trabajo se centra en la ictiofauna,
componente clave del hábitat acuático.