La actividad consiste principalmente en el montaje de una canción en
francés, en nuestro caso “caresse sur l’océan”, a través de la cual los
estudiantes tendrán la oportunidad de valorar sus posibilidades
didácticas y se recrearan sobre los aspectos fonéticos y sonoros del
idioma.
La práctica del canto ayuda a desarrollar la expresión oral de los
alumnos, les permite “vivir la lengua” y les enseña a amar el idioma
extranjero que estudian. El canto tiene igualmente un papel
desinhibidor, lúdico, e incita a los alumnos a conocer aspectos
socioculturales, en este caso francófonos.
Es un aprendizaje que por su metodología activa permite a los
estudiantes conectar con su grupo, aprenden a conocerse y así
tienen menos reticencia a la hora de hablar en una lengua que no es
la suya.