Este artículo se presenta con el objetivo de dar a conocer la importancia del legado literario que nos dejaron dos autoras centroamericanas, injustamente olvidadas, que se encuadran dentro de un espacio y periodo muy concretos: la Nicaragua de principios de siglo XX. La primera de ellas, Aura Rostand, seudónimo de la poeta nicaragüense María de la Selva Escoto, perteneció a un gran primer grupo de precursoras que no aparecen en ningún diccionario de autores nicaragüenses; salvo nuestra autora que ha sido incluida en algunas antologías contemporáneas. La segunda, Carmen Sobalvarro, poseyó una trayectoria y un corpus literario igualmente olvidado por la crítica, aunque fue la única mujer que llegó a formar parte del Grupo de Vanguardia.
This article is presented with the aim of making known the importance of the literary legacy which left to us two, apparently forgotten, Central American authors, who take place within a very specific space and period: the Nicaragua of the early 20th century. The first of them, Aura Rostand, pseudonym of the Nicaraguan poet María de la Selva Escoto, belonged to a great first group of precursors who don’t appear in any dictionary of Nicaraguan authors; except our author who has been included in some contemporary anthologies. The second, Carmen Sobalvarro, had a career and a literary corpus equally forgotten by critics, although she was the only woman who became part of the Vanguardia Group.