Los procesos de enseñanza-aprendizaje se han transformado de manera repentina e
irremediable debido a las consecuencias provocadas por la COVID-19. Tanto los educadores
como el alumnado se han visto forzados a adaptarse a las imprevistas necesidades contextuales
y pedagógicas, recurriendo a los dispositivos y entornos virtuales para desarrollar sus prácticas
didácticas. Estos retos en ocasiones han provocado ciertas dificultades, pero también nuevas
oportunidades de comunicación y de acceso a la información y el conocimiento. En la presente
investigación se analizan los usos de las plataformas digitales por parte tanto de los jóvenes
con discapacidad como de los especialistas y familias de un centro de la Comunidad de Madrid
para hacer frente a esta nueva realidad. Para ello, se ha aplicado un cuestionario y se han
realizado entrevistas semiestructuradas a los diferentes agentes educativos. Los resultados
inciden en los beneficios y barreras que se han encontrado durante el proceso de adaptación a
la modalidad virtual impuesta de forma abrupta por la pandemia, así como en los cambios que
el confinamiento ha supuesto en el uso que hacen de los dispositivos y plataformas digitales.
Las conclusiones apuntan a que hoy más que nunca la inclusión digital implica la inclusión
social y educativa. Sin embargo, si no se apuesta por ella estaríamos ante nuevas formas de
exclusión que se pronuncian en este contexto de emergencia sanitaria y distanciamiento
social. Por tanto, la educación mediática se establece como un factor clave para evitar que se
incremente la brecha digital en este colectivo.
Teaching-learning processes have been suddenly and irremediably transformed by
the consequences of COVID-19. Both educators and learners have been forced to adapt to
unforeseen contextual and pedagogical needs, using virtual devices and environments to
develop their didactic practices. These challenges have sometimes led to certain difficulties,
but also to new opportunities for communication and access to information and knowledge.
This research analyses the uses of digital platforms by both young people with disabilities
as well as the specialists and families of a centre in the Region of Madrid to deal with this
new reality. To this end, a questionnaire was applied and semi-structured interviews were
conducted with different educational agents. The results highlight the benefits and barriers
encountered during the process of adapting to the virtual modality abruptly imposed by the
pandemic, as well as the changes that confinement has brought about in the use of digital
devices and platforms. The conclusions point to the fact that today more than ever, digital
inclusion implies social and educational inclusion. However, if we do not support it, we would
be facing new forms of exclusion that are pronounced in this context of health emergency
and social distancing. Therefore, media education is established as a key factor to avoid an
increase in the digital gap among this group.