The permanence of megalithic architecture during
the Bronze Age in the Iberian Peninsula is one of the elements
highlighted in recent research, interpreting the continuity of
architectures and funerary practices in various ways. The microspatial
excavation, the architectural analysis of the tombs,
the anthropological study and the establishment of the chronology
of the funerary activity of the necropolis of La Orden-
Seminario have made it possible to characterise the existence
of a funerary monumentalism developed during the
Early Bronze Age, c 2300-1900 cal BC. This funerary monumentality
was based on the reappropriation of the Chalcolithic
necropolis for the implantation of individual tombs inside
the collective burial chambers. These tombs (caves, pits,
chambers with level floors and “cists” with tumular coverings)
are characterized by the perpetuation of conceptual
schemes of the megalithic tradition, presenting architectural
elements, constructive techniques and materials that contributed
the visual perceptibility, the perdurability and the recreation
of a memory around the ancestral mortuary spaces.
Inside, individuals of different sexes and ages were buried,
accompanied by various grave goods that represent the social
differences introduced into the sphere of death by the new
conception of unequal societies.
La permanencia del megalitismo durante la Edad del Bronce en la península ibérica es uno de los elementos destacados en las investigaciones recientes, interpretándose la continuidad de las arquitecturas y de las prácticas funerarias pretéritas de diversas formas. La excavación microespacial, el análisis arquitectónico de las tumbas, el estudio antropológico y el establecimiento de la cronología de la actividad funeraria de las necrópolis de La Orden– Seminario ha posibilitado caracterizar la existencia de un monumentalismo funerario desarrollado durante la Edad del Bronce Antiguo, c 2300-1900 cal BC. Esta monumentalidad funeraria se sustentó en la reapropiación de las necrópolis calcolíticas para la implantación de tumbas individuales en las cámaras de las sepulturas colectivas. Estas tumbas (covachas, fosas, cámaras con suelos nivelados y “cistas” con cubriciones tumulares) se caracterizan por la perpetuación de esquemas conceptuales de la tradición megalítica, presentando elementos arquitectónicos, técnicas constructivas y materiales que propiciaron la perceptibilidad visual, la perdurabilidad y la recreación de una memoria en torno a los espacios mortuorios ancestrales. En su interior se enterraron individuos de diferente sexo y edad, acompañados de diversos ajuares muebles que representan las diferencias sociales introducidas en la esfera de la muerte por la nueva concepción de las sociedades desigualitarias.