Production processes are nowadays increasingly global, implying
interdependent structures linking goods, processes and countries. Traditional
economic blocks and sectoral intra-country linkages coexist with increasing
worldwide dependencies. Recent literature supports the hypothesis of a new globalization process taking place in the late 1990s and the 21st century,
centred on the consolidation of increasingly competitive macro-regions
at a global level, with a growing specialization of countries within them. We
propose a multiregional input-output (MRIO) model of the European Union
(EU) to analyse whether the generation of employment and income in Europe
in recent decades can be defined as a process that is mainly regional or global
(involving countries within the region versus countries outside Europe). Our
results show that intra-EU trade is an important factor contributing to income
and employment growth, more oriented to intermediate inputs, in the same
way as extra-EU trade, despite the fact that some European countries are more
specialized in final goods, mainly driven by high-income EU countries
Los procesos de producción son hoy en día cada vez más globales, lo
que implica estructuras interdependientes que vinculan bienes, procesos y
países. Los bloques económicos tradicionales y los vínculos sectoriales dentro
del país coexisten con dependencias mundiales crecientes. La literatura
reciente respalda la hipótesis de un nuevo proceso de globalización que tuvo
lugar a fines de los años 90 y el siglo XXI, centrado en la consolidación de
macro-regiones cada vez más competitivas a nivel global, con una creciente
especialización de los países dentro de ellas. Proponemos un modelo
multirregional input-output (MRIO) de la Unión Europea (UE) para analizar si la
generación de empleo e ingresos en Europa en las últimas décadas se puede
definir como un proceso que es principalmente regional o global. Nuestros
resultados muestran que el comercio intracomunitario es un factor importante
que contribuye al crecimiento de los ingresos y el empleo, más orientado a los
inputs intermedios, de la misma manera que el comercio extracomunitario, a
pesar del hecho de que algunos países europeos están más especializados en
productos finales, principalmente demandados por países de altos ingresos
de la UE