A lo largo de los últimos años ha tomado cuerpo la idea de una posible guerra en la
que participen algunas de las potencias mundiales. Este gran conflicto se presupone en los diferentes
marcos convencionales y, además, en el ciberespacio. Cada vez se da mayor valor a la ciberguerra, mediante la cual es factible atacar estructuras de diversas naturalezas, infraestructuras críticas y
ocasionar daños que pueden poner en jaque a toda una sociedad. Se habla de una guerra latente y
próxima. Esto genera una notable preocupación en los países desarrollados, que cuentan con
extensas y sólidas estructuras e infraestructuras, posibles objetivos de una guerra convencional y de
una guerra en el ciberespacio. Los Estados han de adoptar medidas y constituir organismos para la
defensa ante ciberataques. En algunos casos, esta pasa por contar con capacidad para atacar. La
comunidad internacional ha de plantearse una ética que rija en este campo
In the recent years, the idea of a possible war involving some of the global powers is
taking shape. This large-scale conflict is assumed in all different conventional contexts as well as in
cyberspace. Cyberwar has been gradually valued as a way of actually attacking various types of
networks and critical infrastructures and causing damage that may put a whole society in check. The
topic of a latent, coming war is often talked about. This is generating significant concern in the
developed countries, which own large and solid networks and infrastructures, possible targets of
both a conventional war and a war on cyberspace. The nations must take the necessary steps and
create organizations for their own defense against cyberattacks. In some cases this defense would
also imply a strike capability. The international community need to find the ethics that would govern
this field