La negación de la conquista de la península ibérica por los musulmanes a partir de 711
representa un fraude historiográfico que fue acuñado originalmente por Ignacio Olagüe, sobre todo
a partir de la publicación en 1974 de La revolución islámica en Occidente. Pese a su naturaleza
fraudulenta, en 2006 el arabista González Ferrín aceptó la validez de tales postulados, dando carta
de naturaleza al fraude por vez primera en el ámbito académico. Como consecuencia, a partir
de ese momento se aprecia una creciente difusión del mismo, así como de ciertas prácticas que
van asociadas a él (en particular, un marcado antiacademicismo). El presente artículo plantea una
revisión crítica de la evolución reciente del fenómeno negacionista, de modo particular en relación
con el caso del medievalista V. Martínez Enamorado quien, bajo un aparente rechazo del fraude,
realiza una contribución decisiva a su consolidación.
Denial of the conquest of Iberia by Muslims in 711 represents a historiographical fraud originally
postulated by amateur Spanish historian Ignacio Olagüe, especially following the publication in
1974 of his book La revolución islámica en Occidente. In spite of its fraudulent nature, in 2006
Spanish Arabist González Ferrín endorsed Olagüe’s approach, thus legitimizing this fraud for the
first time within academia and fostering its diffusion and the practices associated with it, in particular
a marked anti-academicism. The present article offers a critical review of the recent evolution of this
phenomenon, particularly regarding the case of the Spanish historian V. Martínez Enamorado who,
though apparently rejecting the fraud, makes a decisive contribution to its consolidation.