Dentro del ámbito audiovisual, el periodismo de misterio ha sido tratado históricamente
como un género menor, desdeñado y reducido al ridículo por la falta de credibilidad
absoluta ocasionada por la búsqueda del impacto fácil más que del rigor informativo.
Sin embargo, ha habido excepciones: en los últimos años existe toda una corriente de
profesionales que se acercan a esta clase de periodismo con seriedad, rigor y pasión. El
presente trabajo analiza las claves por las que algunos de estos programas han batido
marcas históricas de audiencia y han despertado el interés de millones de españoles.
Da, a su vez, las pautas para enseñar al público a distinguir entre la divulgación de una
telebasura que hay que desechar y un material informativo riguroso propio de profesionales
de la información
In the audiovisual field, mystery journalism has historically been considered as a smaller
and disdained gender, reduced to a ridiculous situation by the lack of absolute credibility.
Nevertheless, there have been exceptions: in recent years, a group of professionals
have approached this kind of journalism with seriousness and passion. The present
work analyzes how some of these programs have broken their historic record of
audience. It gives, at the same time, the guidelines to teach the audience to distinguish
between the disclosure of a junk TV, which should reject, and a rigorous informative
material specific of professionals of the information