Este estudio se centra en conocer la delimitación
de los espacios de ocio en la ciudad romana de
Pompeya. Esta ciudad romana nos brinda la
posibilidad de realizar un estudio de tal índole,
ya que es considerada una cápsula del tiempo y
podemos ver en ella el ejemplo más claro de cómo
se organizaba urbanísticamente una ciudad romana
en el siglo I d.C.
Los espacios de ocio como los teatros, anfiteatros
o palestras, que encontramos en las ciudades
romanas son considerados res publicae in publico
uso o res universitatis, por tanto el estudio de la
legislación ha sido clave para analizar la delimitación
de estos espacios y sus posibles invasiones. A través
de los textos legislativos hemos averiguado cuál
era la norma que debía seguir una ciudad romana
en la delimitación de sus espacios de ocio y hemos
comprobado si la ciudad de Pompeya cumplía con
rigor esta normativa urbanística.
Para analizar la delimitación de todos estos
espacios se ha llevado a cabo un estudio de los
bloques irregulares de piedra (termini) que los
delimitan. Estos termini estaban fuertemente
protegidos por la legislación. Por ello, a todo aquel
que osara mover o sobrepasar dichos termini se
le impondría una sanción por parte de la ciudad e
incluso en algunos casos por parte del emperador
This study focused on knowing the delimitation
of the recreational spaces in the roman city of
Pompeii. This city makes such study possible
because it is well conserved and we can regard it
as the clearest example of how a roman city was
organized in the 1st century AD.
The recreational spaces as theaters, amphitheaters
or gymnasiums, in roman cities, were considered
res publicae in publico uso or res universitatis.
Therefore, the study of legislation has been a
key to analyze how the limits of these spaces
were marked and how they could be occasionally
invaded. Through the study of legislative texts,
we have found the norms that should have been
followed to delimit the recreational space of an
ancient roman city, and we have verified whether
people in Pompeii abided by these laws.
Moreover, boundary stones, called termini,
were examined to analyze the delimitation of the
public spaces. These stones were carefully protected
by the urban laws. Therefore, anyone who dared to
move or exceed these terms would be imposed a
sanction by the city government and even in some
cases by the emperor