En fallas que siguen el modelo de deslizamiento, la utilización de las técnicas de análisis de
poblaciones de fallas para obtener la orientación y magnitud de los ejes principales del esfuerzo a partir
de sistemas incompletos (menos de cuatro familias), suele proporcionar orientaciones inclinadas para
dichos ejes. Se puede demostrar que, en sistemas completos (es decir, con cuatro familias de fallas), las
variaciones en el buzamiento de las familias de fallas y en el cabeceo de las estrías no modifican la dirección
ni la inmersión del aquí llamado eje invariante del esfuerzo (σ1 para fallas inversas y σ3 para fallas
normales). Esta observación ha permitido desarrollar un método empírico para corregir la orientación
de los ejes invariantes del esfuerzo en sistemas incompletos de fallas, al que se ha denominado método
β-stress, asumiéndose que uno de los ejes principales del esfuerzo es vertical. La técnica consiste en la
determinación de la desviación en el ángulo medido en la horizontal (ángulo β) entre la dirección de inmersión
del eje invariante inclinado calculado a partir del sistema incompleto, y la posición no desviada
del eje que teóricamente debe haber afectado al sistema de fallas, y que habríamos medido en caso de
haber dispuesto de las cuatro familias del sistema. El método se ha aplicado con éxito para la corrección
de los ejes del esfuerzo obtenidos tras el análisis de fallas de edades miocenas y plioceno-cuaternarias
localizadas en el área emergida del Golfo de Cádiz.
The techniques of fault-slip stress inversion can be used on faults that follow the slip model
(with four fault sets arranged in a system with orthorhombic symmetry) to determine the position and
magnitude of the principal stress axes. In incomplete fault systems (less than four sets) the calculated
stress axes are commonly inclined. It is shown here that, in complete fault systems, variations in fault
dip and striae pitch do not modify the trend or the plunge of the here-called invariant stress axis (σ1 for
reverse faults and σ3 for normal faults). This feature allowed us to propose a new empirical technique,
the β-stress method, to correct the position of the invariant stress axes in incomplete fault systems. One
of the assumptions of the method is that one of the principal stress axis is vertical. The β-stress method
yields the horizontal deviation angle, β, between the trend of an inclined invariant axis determined from
an incomplete fault system, and the theoretical, correct attitude of this axis, which would have been
measured if the four sets of the complete system were available at the studied outcrop. The method has
been successfully applied to correct the orientation of the principal stress axes obtained after stress inversion
of Miocene and Pliocene-Quaternary faults located in the Gulf of Cádiz.