En el presente trabajo, tras enmarcar la problemática que genera la criminalidad organizada,
se hace referencia a la situación española y las estrategias legales adoptadas para hacerle frente. La reforma
operada en el Código Penal mediante la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio, incrimina nuevos
comportamientos relacionados con organizaciones y grupos criminales toda vez que mantiene causas de
exasperación punitiva por idéntico motivo en relación con algunas figuras. A ello se le une un patente interés
por controlar todos los bienes que proceden de tales actividades. Sin embargo, la confusa situación
que se produce no facilita la aplicación eficaz de la ley penal y puede suponer una afección a principios y
garantías constitucionalmente reconocidos.
The general problem generated by the organized crime and the legal strategies taken to address
it in Spain are dealt in the present article. The Organic Law 5/2010 of June 22 to amend the Criminal Code
penalizes new standards of behavior with regard to groups and criminal organizations, in addition to an
interest to control all the goods that they derive from these activities. However, the result of the complexities
of law-making is to muddy the waters so that the criminal law is difficult to enforce effectively. In addition,
the enforcement of this law may affect constitutional guarantees and principles.