In this paper we argue that the business model underlying the new economy is based on the following interrelated and self-reinforcing forces: 1. The development of a new strategy of opportunity, which focuses on the use of creative innovation to open up new market spaces, rather than using exploitive innovation to prolong the life of existing products. 2. The democratization of competition thanks to the Internet and to process outsourcing. 3. Taken together, these forces result in a profound shift in the source of value creation in firms from processes and physical assets to people. With the drivers of business success so fundamentally transformed, almost all aspects of the firm and its management also need to change, from valuation, resource allocation and worker compensation, to what it takes to retain workers and promote innovation. But while the rules of business have changed, there has not been a corresponding shift in awareness among most managers. Assuming that there is nothing new in the New Economy is a profound and dangerous mistake. Managers that are so short sighted will find that they have not only lost out on the opportunities that the new economy continues to provide, but that the market downturn has only deferred, rather than eliminated, the threats that change poses to their firms.
En este artículo debatimos que el sistema de comercio subyacente en la nueva economía está basado en las siguientes fuerzas interrelacionadas entre si, y que se auto refuerzan: 1. El desarrollo de una nueva estrategia de oportunidades, la cual se enfoca en el uso de la innovación creativa como forma de abrir nuevos espacios de mercado en lugar de usar una innovación explotadora para prolongar la vida de los productos existentes. 2. La democratización de la competición gracias al internet y al proceso de búsqueda externa. 3. En conjunto, estas fuerzas desembocan en una profunda brecha en la fuente del valor de creación en las firmas de los procesos y la asistencia física a las personas. Con los conductores de los éxitos de negocios transformados de manera tan fundamental, casi todos los aspectos de la firma y su gestión también necesitan cambiar, de la valoración, asignación de recursos y compensación a los trabajadores, a lo que requiere mantener a los trabajadores en plantilla y promover la innovación. Pero mientras las reglas de los negocios han cambiado, no ha habido un ajuste correspondiente entre la concienciación de la mayoría de los managers. Asumir que no hay nada nuevo en la Nueva Economía es un error tremendo y peligroso. Los managers tan cerrados de miras encontrarán que no sólo han perdido las oportunidades que la nueva economía sigue proporcionando, sino que también, pero que la desaceleración del mercado sólo ha aplazado, en lugar de eliminar, las amenazas que el cambio plantea a sus empresas.