La figura de Jorge Cuesta es del todo desconocida en las letras hispánicas a este lado del Atlántico. Sin embargo, su talento crítico y su talante inquisitivo lo llevó a elucidar algunas ideas sobre la identidad mexicana que han resultado claves para legitimar el debate sobre la nación moderna -de su país y, por ende, la latinoamericana- y su derecho a participar en la cultura occidental y universal. El manifiesto desconocimiento y desinterés por su obra en el contexto español contrasta con la atención al alza que Jorge Cuesta ha experimentado en las últimas décadas en México. Es una figura que ha sido reiteradamente reivindicada por plumas incuestionables de generaciones posteriores, como el premio Cervantes José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Jorge Volpi, o el nobel Octavio Paz, que reconoce abiertamente que sus ideas sobre la identidad mexicana no hubieran sido posibles sin el magisterio de Jorge Cuesta.
Pero también Jorge Cuesta es un poeta maldito, el primer poeta maldito de México, el único escritor mexicano dueño de una leyenda. Si las letras mexicanas necesitaban uno, Cuesta desde luego ofreció, como veremos, la oportunidad inmejorable para hacer de su persona y personaje el paradigma mexicano del malditísimo. Por otra parte tampoco su obra es ajena a este carácter de excepcionalidad: su poesía es compleja y por momentos inescrutable, glacial, deshumanizada, enmarañada en un tema obsesionante, el tiempo, y concluye con un monumental poema, el Canto a un Dios mineral, considerado de los más oscuros e indescifrables de la poesía moderna en español. Por otro lado, sus ensayos trataron temas que van desde la política, la economía, la educación, la universidad o la filosofía, pasando por la literatura, la pintura, la música y el teatro, hasta el sexo, el turismo o la química.
A lo largo de este trabajo intentaremos sacar a la luz algunos aspectos de la obra en prosa de este pensadora fin de ofrecer una visión que huya de los panegíricos entusiastas, que hasta ahora han estado dominando en los comentarios sobre nuestro autor. Con objeto de encuadrar y contextualizar el comentario de la obra ensayística de Jorge Cuesta, en una primera parte de este estudio trataremos de trabajar sobre algunos conceptos que nos permitan mejor ubicar su pensamiento dentro de los márgenes de la modernidad. Sirviéndonos de trabajos en los que se ha tratado de acotar esta compleja noción estableciendo sus vínculos tanto con lo antiguo, como con la posmodernidad y con una así llamada antimodernidad, trataremos de establecer siquiera unas cuantas coordenadas básicas que nos permitan definir la modernidad occidental, al objeto de contar con unos márgenes teóricos conceptuales entre los que polémicamente podamos discutir la obra de Cuesta y en general la de los Contemporáneos, el grupo literario al que perteneció.
Será interesante comprobar, bien que sea brevemente, cómo se ha desarrollado el proceso modernizador en América Latina y concretamente en México, puesto que una de las tareas conscientemente asumidas por las élites culturales y políticas en estos países ha sido efectivamente propiciar la modernidad y la incorporación de los mismos a las corrientes internacionales de circulación de ideas.
Posteriormente a esta parte introductoria y conceptual trataremos brevemente algunos aspectos relacionados con los vínculos entre canon, desarrollo y literatura, para dirigirnos al que es el momento cuasi fundacional de la modernidad mexicana, la Revolución. Este es el hecho disparador de todas las narrativas que tratan de construir la identidad moderna de México y sólo a partir de aquí pueden entenderse los diversos acontecimientos cruciales que en el campo de la cultura implicaron a Cuesta y los Contemporáneos.
Por último, la parte final del trabajo se dedica a hacer un repaso temático que no puede ser exhaustivo de las aportaciones de Jorge Cuesta a los diferentes aspectos de la cultura por los que se interesó. Hemos dividido esta sección quizá de un modo un poco artificial, pues a veces se hace difícil adjudicar un escrito de Cuesta a una temática específica, ya que en sus ensayos se lanzan numerosas sugerencias cruzadas entre ellos que los implican en un pensamiento complejo bastante poco susceptible de delimitaciones parciales. No obstante de esta dificultad nos hemos decidido a ordenar sus escritos posteriores a 1932 en ámbitos concretos que nos ayuden a entresacar algunas de sus ideas fundamentales sobre pintura, educación, música o literatura, pero sin dejar de atender a los vislumbres de esa coherencia, de esa cierta unidad no sistemática, que hace del pensamiento de Cuesta un objeto de investigación y estudio altamente estimulante, y que gira en torno a conceptos como desarraigo, clasicismo y universalismo.
The figure of Jorge Cuesta is completely unknown in the Hispanic letters on this side of the Atlantic. However, his critical talent and inquisitive spirit led him to elucidate some ideas about the Mexican identity that have been the key to legitimize the debate on the modernnation -of his country and therefore of Latin America- and its right to participate in Western and universal culture. The obvious disregard and lack of interest on his work in the Spanish context contrasts witht he up ward attention Jorge Cuesta has experienced in recent decades in Mexico. It is a figure that has been repeatedly claimed by unquestioned writters of recent generations, such as the Cervantes Prize Jose Emilio Pacheco, Carlos Monsivais, Jorge Volpi, or Nobel Octavio Paz, who openly acknowledges that his ideas about the Mexican identity would not have been possible without the teaching of Jorge Cuesta.
But Jorge Cuesta is a damned poet, the first damned poet of Mexico, the only Mexican writer who owns a legend. If Mexican letters needed one, Cuesta, of course, offered the opportunity, as we will see, to make his person and character the Mexican paradigm of the damned poet. On the other hand, his work is not strange to the character of exceptionality: his poetry is complex and inscrutable, glacial, dehumanized, tangled in a haunting theme: time, and concludes with a monumental poem, Canto a un diosmineal, considered the darkest and indecipherable of modern poetry in Spanish. More over, his essays covered topics ranging from politics, economy, education, university or philosophy, to literature, painting, music and theater, even sex, tourism or chemistry.
Throughout this work we will try to bring to light some aspects of the prose work of this thinker to provide a vision that flees from enthusiast panegyrics, whichuntil now have been dominating the comments on our author. In order to frame and contextualize the commentary on the essays of Jorge Cuesta, in the first part of this study we will try cover some concepts that allow us to locate better his thinking within the margins of modernity. Making use of works in which the authors have tried to narrow this complex notion establishing tiesbothold and new, as postmodernism and a so-called anti-modernity, we will try to establish a few basic coordinates that allow us to define Western modernity, in order to have conceptual theoretical margins among which we can discuss the work of Cuesta and of Los Contemporáneos, the literary group he belonged to.
It will be interesting to see, even briefly, how the modernization process in Latin America and specifically in Mexico was developed, since one of the tasks consciously assumed by cultural and political elites in these countries has been effectively to promote modernity and the incorporation to international flows of circulation of ideas.
Following this introductory and conceptual part we will briefly discuss some aspects related to the links among canon, developmentand literature, to go the momental most founding of the Mexican modernity: the Revolution. This is the fact that initiate all narratives trying to build the modern identity of Mexico and only from here we can understand the various crucial developments in the field of culture implicated in which Cuesta and Los Contemporáneoswere involved.
The final part of this work is dedicated to making a thematic review, that can not be exhaustive, of the contributions of Jorge Cuesta to different aspects of culture for which he was interested. We have divided this section, perhapsin a some what artificial way, because sometimes it becomes difficult to award a text of Cuesta to a specific subject, since his essays throw numerous crossed suggestions that involved themin a complex thought very little susceptible of partialdelimitations. Despite this difficulty we have decided to order his writings done after 1932 in specific areas to help us cull some of his fundamental ideas about painting, education, music or literature, but without neglecting the glimpses of that coherence, that certain unsystematic unit, that make the thought of Cuesta an object of research and study highly stimulating, and that deal with concepts such as uprooting, classicism and universalism.