En la actualidad nos encontramos que, teniendo en cuenta el número
de licencias federativas, el judo es uno de los deportes más practicados en
España en la etapa escolar (104.340 licencias). Sin embargo, son pocos los
judokas que alcanzan la elite, y aún menos aquéllos que consiguen alcanzar
la gloria de participar en unos Juegos Olímpicos.
El hecho de que un deportista llegue al máximo nivel en cualquier
disciplina deportiva va a depender de multitud de factores. Estos factores
estarán marcados, entre otros aspectos, por la influencia del entorno, por sus
características genéticas, pero quizás lo más influyente será el proceso de
formación recibido a lo largo de toda su vida deportiva. El proceso de
formación requiere el establecimiento de una serie de etapas que hagan que
el proceso sea más progresivo y eficaz, las cuales se encuentran definidas y
clasificadas por multitud de autores (Blázquez, 1999; De Knop y et al. 1998;
Giménez, Abad y Robles 2010; Mora, 2007; Romero, 2006).
En la misma línea, Saénz-López, Feu e Ibáñez (2006) apuntan la
necesidad de abordar este tema desde un enfoque multifactorial que permita
establecer sobre una base genética otras variables que influyen en el alcance
un alto rendimiento. En este sentido, Ericsson, Krampe y Tesch-Römer
(2000), manifestaron que el rendimiento experto en el deporte no es sólo
producto de habilidades innatas, sino más bien de mucha práctica deliberada, mantenida gracias
a factores motivacionales y de esfuerzo
principalmente.
Siguiendo a Castejón, Giménez, Jiménez y López (2013), la formación
deportiva responde a la acción y efecto de formarse en y mediante el deporte,
y debe incluir todos los diferentes aspectos de la pe
rsonalidad del deportista
que deben ser tenido en cuenta: los motrices, los cognitivos y los afectivos
-
sociales.
En este mismo sentido, Ortega, Piñar, y Cárdenas (1999) la definen
como un proceso continuo e ininterrumpido, que avanza de forma paralela al
desarrollo evolutivo del sujeto en el que se vislumbra el progreso de las
capacidades necesarias para poder dar una respuesta eficaz ante las distintas
situaciones presentadas durante la actividad deportiva.
Si tenemos en cuenta las clasificaciones reali
zadas por los diferentes
autores de las etapas del proceso de formación deportiva, podemos
establecer una clasificación sencilla y simplificada, para facilitar su
comprensión. Etapa de iniciación (6
-
12 años), se desarrollarán de habilidades
genéricas de va
rios deportes primero y de un solo deporte posteriormente;
Etapa de desarrollo (12/13 años
-
16 años), se iniciará la especialización
deportiva, a través del trabajo de los elementos técnico
-
tácticos de un deporte
en concreto; Etapa de perfeccionamiento (+16
/18 años), entrenamiento
intenso y especializado en busca el máximo rendimiento.
Dentro de este proceso de formación tendrá gran influencia el entorno
social más cercano del deportista (familia, entrenadores, amigos, etc.). Para
Lorenzo y Calleja (2010)
los estudios realizados en los últimos años revelan la
influencia que la familia ejerce sobre el desarrollo de la pericia, llegando
incluso
durante el periodo inicial a desarrollar un papel de liderazgo,
tratando de proporcionar al niño la oportunidad de p
articipar en un contexto
y buscar el primer contacto con una enseñanza formal del deporte. En esta misma línea, Kidman (1999) nos dice que los padres y madres agentes
socializadores, producen un efecto en la habilidad del niño y de la niña para
decidir en
qué deporte se especializan así como la naturaleza del
compromiso que adquieren con el mismo.
Un grupo bastante influyente en los deportistas es su grupo de
iguales, sus amistades, sobre todo una vez llegado a la adolescencia, donde
las relaciones sociale
s empiezan a ser más intensas. Por ello los compañeros
de entrenamiento ocupan un papel determinante en la iniciación deportiva
(Dosil, 2004). Actualmente existan estudios que confirman que las amistades
son una de las razones fundamentales para que el niñ
o o niña participe en un
deporte en concreto, concluyendo
la importancia de tener un grupo de
amistades implicadas en el mismo deporte
(Abernethy,
Côté y Baker
, 2002;
Brustad, Babkes y Smithy, 2001; Weiss y Petlichkoff, 1989). En el caso del
judo, y hacien
do referencia a los que dicen
Palao, Ortega, Calderón, y
Abraldes (2008),
aunque el deportista compita de forma individual
, no se
debe olvidar que la competición es únicamente la parte final y visible del
trabajo realizado con un grupo de trabajo.
Por su
parte, Moreno (1997) pone énfasis en la consideración del
entrenador como un educador en el sentido completo y fiel de la palabra. En
esta misma línea, nos encontramos estudios donde la mayoría de autores y
expertos entienden que en la etapa de formación e
l entrenador se debe
representar además como un educador, a partir de lo cual establecen
objetivos, formas de actuar, formas de comportarse, etc., totalmente
diferentes a las de entrenadores de alto rendimiento (Giménez, 2003; Moreno
y Del Villar, 2004; Pr
ata, 1998; Santos, Viciana, y Delgado, 1996).
Por otra parte, la dimensión psicológica es parte fundamental en todo
deporte de alto rendimiento que se precie. En este sentido, Mujika
(2010) nos
dice que los aspectos psicológicos pueden ser determinantes a la hora de
afrontar tanto el entrenamiento como la competición, sea cual sea el deporte practicado. En esta línea, diversas publicaciones recientes han establecido
relaciones entre u
n gran número de habilidades psicológicas (autoconfianza,
motivación, concentración, visualización o control de la activación, estrés y
ansiedad en el deporte) y el rendimiento del propio deportista en su
especialidad (Cox, 2009; Garcés, Olmedilla y Jara,
2006; López, 2009; Sosa,
Jaenes, Godoy y Oliver, 2009; Williams, 2009).
De esta manera, el contexto psicológico se percibe especialmente
importante en deportes individuales, donde toda la responsabilidad recae
sobre uno mismo, principalmente en disciplina
s donde tiene lugar una
situación de combate cuerpo a cuerpo
Por tanto, con nuestro estudio pretendemos estudiar los “itinerarios
deportivos” recorridos por los judokas españoles que han representado a
España en los Juegos Olímpicos celebrados en el siglo
XXI; Analizar la
importancia de los distintos componentes del entrenamiento deportivo
(técnica, táctica, condición física y preparación psicológica) en el proceso de
formación de los judokas olímpicos españoles. Estudiar la importancia del
contexto social
y deportivo en el proceso de formación de los judokas
olímpicos españoles; y por último, describir propuestas y orientaciones
metodológicas y de entrenamiento que hagan posible un trabajo de mayor
calidad de los jóvenes talentos del judo en nuestro país,
según las opiniones
de los judokas entrevistados.
Para ello se diseñó una entrevista semiestructurada de 52 preguntas
agrupadas en 6 dimensiones (contexto deportivo, contexto social, psicológica,
técnico
-
táctica, condición física y otros aspectos). Para l
a validación de la
misma, se llevó a cabo un análisis cualitativo y cuantitativo mediante la
valoración de 10 expertos. Se analizó la validez de contenido a través del
coeficiente V de Aiken, estableciendo un intervalo de confianza del 99 %, y el
coeficien
te de variación. Para conocer la fiabilidad se pasó la entrevista a
judokas de alto nivel en dos momentos distintos y se analizó la consistencia interna por el método del Alfa de Cronbach (0,915) y la fiabilidad test
-
retest
utilizando el coeficiente de cor
relación intraclase resultando 0,843 (p<0,01).
Por tanto, la entrevista reúne suficientes propiedades como para ser
considerado una herramienta válida y fiable para estudiar y analizar el
proceso de formación de los judokas de elite.
El estudio se ha ll
evado a cabo con los judokas olímpicos españoles
que han participado en alguno de los JJ.OO celebrados durante el siglo XXI,
consiguiendo una muestra de 20 sujetos de los 21 que conforman la
población total.
Una vez preparada la entrevista y conseguidos
los datos de los
judokas olímpicos del siglo XXI a través de la RFEJYDA que íbamos a
entrevistar, nos pusimos en contacto con cada uno de ellos. Inicialmente este
contacto fue vía email, donde se le mando una carta informando sobre el
estudio y donde se le
pedía la aceptación o no en el mismo. Una vez recibida
la aceptación por cada uno de los judokas se pasó al segundo paso, que no
fue otro que el contacto telefónico para concertar el día y la hora en la que le
realizaríamos la entrevista. Y por último tuv
imos un tercer contacto
telefónico con cada uno de ellos, en el cual se llevó a cabo la realización de la
entrevista propiamente dicha. En el caso de un sujeto, el segundo un tercer
paso se llevó a cabo mediante videoconferencia, debido a su lugar de
resid
encia.
Posteriormente, una vez realizadas las entrevistas, se procedió a la
transcripción de las mismas, que luego fueron codificadas con la ayuda del
programa informático MAXQDA 10. Para que el proceso de análisis fuese
más fiable, la codificación se lle
vó a cabo por un grupo de codificadores por
expertos en el campo de la codificación de entrevistas.
Una vez informados y establecidos los códigos, realizamos cuatro
reuniones conjunta en la que todos los presentes codifican la misma RESUMEN
XVIII
|
P á g i n a
entrevista y, se van a
notando los códigos que cada uno de los codificadores
considera el correcto en una tabla, para su posterior recuento, que consiste en
la suma de los acierto menos los errores, y sobre ese total se calcula el
porcentaje de los aciertos.
Teniendo en cuenta,
pues, el porcentaje obtenido en el total de las
reuniones (87,67%), se considera que el nivel de acuerdo es suficiente y
adecuado como para que cada codificador pueda trabajar de forma
individual. También hemos de decir que el índice de Kappa obtenido, tan
to
los promedios de cada reunión (1ª = 0,893 , 2ª = 0,826 y 3ª = 0,774 y 4º = 0,836
con p<0,001) como el promedio de los codificadores en las cuatro reuniones
consideradas conjuntamente (0,833 con p<0,001) son considerados
sustanciales o importantes según
los rangos propuestos por Landis y Koch
(1977).
En cuanto a los resultados, éstos muestras que las dimensiones que
aportan mayor número de unidades de análisis son las que hacen referencia
a la dimensión Psicológica (523), Contexto Social (336) y Contexto
Deportivo
(242). Por el contrario, las que menos aportan son las de Proceso de
Formación (239) (dimensión creada para la codificación de la entrevista),
Técnico
-
Táctica (225) y Condición Física (200).
Entre otros resultados obtenemos que los principales m
otivos por los
que los judokas se iniciaron en la práctica del judo son por la influencia
directa de algún familiar, por recomendaciones del profesor de educación
física y por comenzar a realizar un deporte que les sirviera como defensa
personal; y que sus
primeros recuerdos están relacionados con los amigos y
lo divertido que eran los juegos que se planteaban durante las clases, esto en
cuanto al contexto deportivo.
En lo que respecta al contexto social, que durante el proceso de
formación deportiva han r
ecibido gran apoyo familiar, fundamentalmente EL PROCESO DE FORMACIÓN
DEPORTIVA
DEL JUDOKA
OLÍMPICO ESPAÑOL
XIX
|
P á g i n a
por parte de sus padres y hermanos, estando también presente sus
entrenadores y amigos aunque en menor medida; y que la mitad de los
judokas tienen familiares directos medallistas nacionales o internacionales
en
judo u otra disciplina deportiva.
En lo que se refiere al proceso de formación, respecto a la metodología
encontramos que algo más de dos tercios de los entrevistados afirman haber
tenido una enseñanza basada en una metodología global en donde el jueg
o
era protagonista; y que ninguno de los entrevistados consiguen medalla a
nivel nacional en las categoría más pequeñas, es decir antes de los 14
-
15 años.
Más de la mitad comienzan sus logros deportivos nacionales alrededor de los
15
-
16 años.
Atendiendo a
la dimensión psicológica, se observa como los judokas
consideran que los aspectos psicológicos y su entrenamiento son vitales
durante la etapa de alto rendimiento, destacando la perseverancia,
constancia, capacidad de sacrificio y la autoconfianza; además
consideran
que es importante tener una motivación alta durante los entrenamientos y
motivaciones, aunque en muchas ocasiones, ésta varía en función de las
sensaciones que tenga el judoka.
Si nos referimos a la dimensión técnico
-
táctica y de condición fís
ica,
casi la totalidad de los entrevistados consideran que la técnica es muy
importante, pero aproximadamente la mitad opinan que esta debe comenzar
a trabajarse a partir infantil o cadetes, mientras que algo menos de la mitad
considera que se debe trabaja
r la técnica desde el inicio de la práctica
deportiva. Respecto a la importancia del trabajo de la preparación física
durante el proceso de formación del judoka, algo más de la mitad consideran
que éste es importante, pero que debe comenzar a partir de cad
etes, además,
la mayoría de los judokas olímpicos consideran que se debe trabajar
integrada con los elementos técnico-
tácticos, etc. Finalmente, concluimos la investigación teniendo en cuenta que,
según lo expresado por los entrevistados, para que un judo
ka llegue al alto
rendimiento en las mejores condiciones posibles se hace necesario un
correcto proceso de formación deportiva, con unas determinadas
características y necesidades.
Nowadays, given the number of federal licenses, we find that judo is
one of the most popular sports in the Spanish schools (104,340 licenses).
However, few judokas reach the elite level, apart from those judokas, who
get the glory of participating in the Olympic Games.
The fact that an athlete reaches the highest level in any sport depends
on a variety of factors. These factors include the influence of the
environment, the genetic characteristics, and perhaps, the most influential
will be the training received throughout his sporting life. The training
process requires the establishment of a series of steps, which make the
process progressive and effective. These steps are defined and classified by
many authors (Blázquez, 1999; De Knop et al. 1998; Giménez, Abad and
Robles 2010; Mora, 2007; Romero, 2006).
Furthermore, Saénz-López, Feu and Ibáñez (2006) suggest the need to
manage this issue with a multifactorial approach to establish a genetic basis
for other variables, which influence high performance. In this sense, Ericsson,
Krampe and Tesch-Römer (2000) stated that expert performance in a sport is
not only a product of innate abilities, but also a product of deliberate
practice, maintained primarily through motivational and stress factors.
Moreover, Castejón, Jiménez and López (2013) suggest that sport
training responds to the action and effect of training in the sport, and should
include all the different characteristics of the athlete: the motor skills, the
cognitive abilities and the affective-social dynamics. In this sense, Ortega, Piñar, y Cárdenas (1999) define training as an
ongoing and continuous process, which advances parallel to the evolutionary
development of the subject, in which the progress of necessary skills is seen
to provide an effective response to the situations presented during sport
activities.
If we consider the classifications made by different authors of the
stages of training, we can establish a simplified classification to facilitate
understanding. The beginning stage (6-12 years), which will develop generic
skills of several sports, improve those of one sport. The stage of development
(12/13 years-16 years) will start sport specialization through the work of the
technical and tactical elements of a particular sport. Finally, the stage of
development (+16/18 years) includes an intensive and specialized training,
and it is designed to achieve the maximum performance.
This training process will greatly influence the athlete’s closest social
environment (family, coaches, friends, etc.). the studies from Lorenzo and
Calleja (2010) show the influence that the family has on the development of
expertise. During the initial period to the development of a leadership role, is
critical to provide the child with an opportunity to participate in a sporting
context, and to seek a formal first contact with a sport education. In addition,
Kidman (1999) tells that fathers and mothers are socializing agents, affecting
the ability of the child to decide in what sport they wish to specialize, and the
level of the commitment required.
A very influential group in the athletes’ lives is their peer group,
especially once they have reached adolescence, where social relations are
becoming more intense. Therefore, training partners play a key role in the
sport initiation (Dosil, 2004). Currently, there are studies, which confirm that
friendships are one of the main reasons for the child to participate in sports,
demonstrating the importance of having a group of friends involved in the
same sport (Abernethy, Côté and Baker, 2002; Brustad, Babkes and Smithy, 2001; Weiss and Petlichkoff, 1989). In the case of judo and referring to the
work of Palao, Ortega, Calderón, and Abraldes (2008), although the athlete
competes individually, he does not forget that the competition is the only
part at the end, and work with a training group.
In his research, Moreno (1997) emphasizes the consideration of the
coach as an educator, in the full and true sense of the word. There are
studies, where the majority of authors and experts believe that in the
formation stage, coaches should also be represented as an educator, setting
the goals, demonstrating the behavior, etc.. This approach to early coaching
influence is very different from high performance coaches (Giménez, 2003;
Moreno and Del Villar, 2004; Prata, 1998; Santos, Viciana, and Delgdo, 1996).
Moreover, the psychological dimension is a fundamental part of all
high performing athletes. In this sense, Mujika (2010) tells that psychological
aspects can be decisive in tackling, both in training and competition,
regardless of the chosen sport. Several recent publications on the same
subject have established relationships between a large number of
psychological skills (self-confidence, motivation, concentration, visualization
or control activation, stress and anxiety in competition) and the athlete's
performance in his particular sport (Cox, 2009; Garcés, Olmedilla and Jara,
2006; López, 2009; Sosa, Jaenes, Godoy and Oliver, 2009; Williams, 2009).
Thus, the psychological context is perceived as an especially important
aspect in individual sports, where all the responsibilities falls on oneself,
especially in combat disciplines.
Therefore, in our study, we analyze the “sport itineraries” of the
Spanish judokas, who have represented Spain in the Olympic Games in the
twenty-first century. We will discuss the importance of the various
components of sports training (technique, tactics, physical fitness and
psychological preparation) in the formation of the Spanish Olympic judokas. Additionally, this study aims to evaluate the importance of social and
sporting contexts in the process of formation of the Spanish Olympic
judokas, and ultimately, we describe the proposals and the methodological
training and guidance to make possible a higher quality of young judoka
talent in our country, according to the opinions of interviewed judokas.
For this purpose, it was designed a semi-structured interview of 52
questions, grouped in 6 domains (sporting context, social, psychological,
technical and tactical, physical condition and other relevant aspects). To
validate it, there was a qualitative and quantitative analysis performed by 10
assessing experts. The validity of the content was assessed through the
coefficient Aiken V, setting a confidence interval of 99%, and the coefficient
of variation. For the reliability of it, the interview assessed senior judokas at
two different times, and an internal consistency was analyzed by the method
of Cronbach's alpha (0.915), retesting the reliability using the interclass
correlation coefficient, resulting in 0.843 (p < 0.01). Therefore, the interview is
a valid tool, and it is reliable to study and analyze the properties considered
in the formation of elite judokas.
The study was conducted with the Spanish Olympic judokas, who
participated in any of the Olympic Games held during the twenty-first
century, getting a sample of 20 subjects of the 21 that make up the total
population.
Once prepared, the interview and the data were obtained by
contacting the Olympic judokas of the century, through the RFEJYDA we
were going to interview. Initially, this contact was via email, which was in
the form of a letter, informing them about the study, and asking about their
permission to participate. Once accepted, each judoka was passed to the
second step. This step was a telephone contact to arrange the day and the
time for the interview. Finally, we had a third telephone contact with each
judoka, conducting the interview. In the case of a single subject, the second and third steps were conducted by a videoconference, due to the location of
residence.
Subsequently, once the interviews were completed, we preceded to
the transcription of each, using MAXQDA 10 software. This software was
reliable, and the interview was encoded by a group of experts.
Once the codes were established, we conducted four meetings with all
the experts to encode the same interview. The codes were written down, and
each encoder recorded the correct code in a table, in order to sum the
unsuccessful errors. Finally, the overall percentage was calculated.
With the percentage obtained in all the meetings (87.67%), it is
considered that the level of agreement is enough and appropriate for each
encoder to work individually. We must also say, that the Kappa obtained,
both the averages of each meeting (1st = 0.893, 2nd = 0.826 and 3rd = 0.774
and 4th = 0.836 p <0.001) as the average of the encoders in the four meetings
taken together (0.833 p <0.001) are considered significant or important as the
ranges proposed by Landis and Koch (1977).
As for the results, the sample dimensions, which provide more units
of analysis, are those referring to the psychological dimension (523), the
social context (336) and the sport context (242). In contrast, the less
contributing are the training process (239) (dimension created for coding the
interview), the technical-tactical (225) and the fitness (200).
Among other results, we find that the main reasons the judokas began
practicing judo are directly influenced by: a family member or teacher
recommendation for physical education, starting a sport, which involves selfdefense,
as well as his earliest memories, being connected with friends and
fun games that were posed during class, supplying the sporting context. In regard to the social context, the judokas achieved expertise in the
sport when they received great familiar support during the training, mainly
by their parents and siblings, but also from their coaches and friends to a
lesser extent. Half of the judokas have relatives involved in competitive
national or international judo or other Olympic medalists.
In regard to the training process, the results indicated that more than
two thirds of respondents claim to have had an education based on a
comprehensive methodology, where the game involved leadership.
Additionally, the no nationwide respondents got medals in the youngest
category (i.e. before 14-15 years). More than half begin their national sporting
achievements around 15-16 years.
The responses to the psychological dimension consider the
psychological aspects of training, and note that the following are vital for the
high performance stage: perseverance, sacrifice and self-confidence; they
consider it important to have a high motivation during workouts. In many
cases, it varies depending on the individual experience of a judoka.
In the technical-tactical and fitness dimension, almost all respondents
believe that the technique is very important, but half believe that this should
start from the childhood or at a young age. Less than the half believe that the
technique should be emphasized from the beginning of the sport. Regarding
the importance of physical preparation during the formation of a judoka,
more than the half believes that it is important, but it must start from cadets.
Also, most Olympic judokas considered the physical preparation to be
integrated with technical and tactical elements.
Finally, as expressed by the respondents, we conclude that a judoka
needs a proper training process to reach the highest performance in the best
possible conditions, tailoring the judoka’s specific characteristics and needs.