After a low profile international role in the 1990s, Japan has reasserted
itself since the Asian financial crisis and is projecting capital again over the
rest of Asia, at the same time that it tackles the emergence of a new competitor
for regional leadership in China. In this paper we study the influence of
government foreign policy objectives in shaping Japanese FDI and argue that
Japan’s political ambitions of regional leadership have played an important
role in the international investment decisions of its enterprises. This has in turn
resulted in a particular structure of internationalization characterized by heavy
presence of strategic-seeking FDI in developing economies, early adoption of
cross-national outsourcing and horizontal production networks and a recurrence
return to Southeast Asia as the natural area of internationalization for
Japanese capital
Tras mantener un perfil bajo en los años 90, Japón se reafirmó internacionalmente
después de la crisis financiera asiática y proyectó su capital de
nuevo al resto de Asia al mismo tiempo que afrontaba la emergencia de China
como un nuevo competidor por el liderazgo regional. En este artículo analizamos
la influencia de los intereses de política exterior del gobierno japonés en
su inversión extranjera directa y defendemos que las ambiciones políticas de
liderazgo regional han jugado un importante papel en las decisiones de inversión
en el exterior de las empresas niponas. Esto ha dado lugar a una internacionalización
caracterizada por un gran peso de la IED estratégica en países en
desarrollo, la adopción temprana de la externalización al extranjero en redes
horizontales de producción, así como un constante retorno al sudeste asiático
como el área natural de expansión del capital japonés