Black Athena, vol. III The Linguistic
Evidence fue publicado en 2006 con muy
poco ruido. Lo cual no es sorprendente:
el libro que pretende ofrecer a los lectores
pruebas que sustenten las polémicas etimologías
afrocéntricas con las cuales Bernal
había escandalizado a la mayor parte de
filólogos clásicos y especialistas en indoeuropeo,
entre otras innúmeras derivaciones,
mezcla comparaciones a partir del chino
con datos procedentes del egipcio y del semítico
occidental de una forma tan irrespirablemente
opaca que los árboles no permiten
ver el bosque. El presente artículo se
propone desenredar la maraña que forman
los varios estratos en la argumentación de
Bernal, analizando etimologías individuales
y aquellas especulaciones a nivel macrolingüístico
cuyo propósito es disminuir la
autonomía del proto-indoeuropeo.
Black Athena, vol. III The Linguistic
Evidence came out in 2006 to very little
fanfare. Unsurprisingly so; the book which
professes to give readers the demonstration
of the contentious Afrocentric etymologies
with which Bernal had scandalized most
Classicists and Indo-Europeanists, among
countless other derivations, intermingles
Chinese comparanda with the marshaling
of Egyptian and West Semitic data in
such a tightly opaque manner that the
wood cannot easily be seen for the trees.
The present piece aims to disentangle the
various strata of Bernal’s argumentation,
analysing individual etymologies and the
macrolinguistic speculations seeking to
diminish the autonomy of Proto-Indo-
European.