Con este texto pretendemos reflexionar acerca de la incorporación
de la perspectiva de género y/o feminista en la intervención social, asunto de abordaje reciente en el contexto del Estado español (ver Báñez Tello, 1997; Lorente Molina, 2002a; Fombuena Valero, 2006).
Definido por algunas autoras como “Social Work is inherently
feminist” (Collins, 1986), los valores y la ética del Trabajo Social estarían muy cercanos a los principios
feministas (Bricker-Jenkins y Hooyman, 1986; Van Den Bergh y Cooper, 1986; Dominelli y MacLeod, 1999 [1989]). Principios que conectan no solo con la denuncia
de situaciones de desigualdad social sino con la transformación de las mismas de cara a conseguir una sociedad fundada en la justicia social.
N
o obstante, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de Trabajo Social feminista? ¿Existe una única forma de hacer Trabajo Social feminista? La implantación y el desarrollo en nuestro contexto de políticas públicas en torno a las desigualdades de género han bordeado este debate, centrándose sobre todo en cuestiones relativas a la violencia de género y/o la desigualdad en el ámbito del acceso al empleo, aún cuando la reflexión teórica es incipiente. Así, con este artículo no se pretende dar respuesta a estas preguntas, más bien se trataría de impulsar
reflexiones teóricas en torno a cómo se articulan dos proyectos que, desde sus inicios, han estado vinculados
con la lucha para la desaparición de las desigualdades,
debates presentes en las denominadas perspectivas
contemporáneas del Trabajo Social (Healy, 2001) y cuyo abordaje consideramos central si pretendemos ir más allá de ciertos elementos de control social que nos son asignados desde el Estado
In this article I intend to reflect on the gender and / or feminist perspective in social intervention, an issue only recently explored in the Spanish context (see Báñez
Tello, 1997, Lorente Molina, 2002a; Fombuena Valero, 2006).
A
ssertions like “Social Work is inherently feminist” (Collins, 1986), argue that the values and ethics of social work are very close to feminist principles (Bricker-
Jenkins y Hooyman, 1986; Van Den Bergh y Cooper,
1986; Dominelli y MacLeod, 1999 [1989]). These principles connect not only with the denunciation of social inequalities but aim at transforming them accordingly
in order to make a society based on social justice.
B
ut what do I mean by feminist Social Work? Is there a single way of doing feminist Social Work? The implementation
and development in our public policy context around gender inequalities has skirted this debate, even if the theoretical aspects are still being developed. This article does not intend to answer these questions but to encourage discussions on how to articulate two projects that, from their beginnings, have been linked with the struggle for the abolition of inequalities. These are debates that are present in the discussion of contemporary perspectives of social work (Healy, 2001) and which I consider central if we intend to go beyond certain elements of social control
that the State imposes on Social Work