Esta investigación analiza el papel de Internet y de las redes sociales en las revueltas árabes. Interesa conocer la contribución
de la tecnología a la comunicación en sociedades poco avanzadas en situaciones de conflicto y el valor de
la Red como enlace entre los jóvenes que apoyaban los cambios desde el exterior y los que participaban directamente
en las manifestaciones. Para conocer la importancia de la tecnología como instrumento de comunicación virtual
se ha realizado una serie de entrevistas on-line a 30 jóvenes de Túnez, Egipto y Libia que vivían en Barcelona,
Madrid y Santiago de Compostela durante el desarrollo de los conflictos y que han participado en la primavera árabe
a través de la Red. Los resultados de esta investigación demuestran que los apoyos virtuales a las revueltas no estaban
basados en acciones coordinadas, simplemente se trataba de una confluencia de actos similares que coincidían en
el tiempo y en las mismas plataformas. Internet y las redes sociales funcionaron como elementos de apoyo al proceso
y como contrapeso a la censura oficial y a los medios afines al régimen, y fueron útiles para superar el aislamiento
de la sociedad árabe, para hacer visibles los conflictos y para conseguir apoyos relevantes en el exterior. Pero también
se demostró que la Red tenía limitaciones frente a la consolidada infraestructura de propaganda que existía en
cada país.
This research analyzes the power of the Internet and social networks in the Arab uprisings. We are interested in
learning about the contribution of communication technology in low advanced societies in conflict situations and the
value of the network as a link between young people who supported the changes from abroad and those who were
directly involved in protests. On the importance of technology as a virtual communication tool we have conducted
a series of online interviews with 30 young people from Tunisia, Egypt and Libya living in Barcelona, Madrid and
Santiago de Compostela during the development of the conflicts and who were involved in the Arab Spring though
the network. The research findings in this study prove that virtual support for uprisings were not based on coordinated
actions, and that it was simply a confluence of similar acts coinciding in time and on the same platforms. The
Internet and social networks served as elements for supporting the process and as a counter-balance to official censorship
and to government-supportive media, and were useful for overcoming the isolation of Arab society, in order
to make the conflicts visible and to attract relevant support from abroad. But it also showed that the network had
constraints in the face of the consolidated propaganda infrastructure which existed in each country.