La especie humana es vida comunicativa. Lo humano se concreta y realiza en la comunicación, generador inexcusable de la
concreta realidad de cada yo.
Estar expuesto hoy a un mundo comunicacional invasor, (el mundo de la imagen, de la televisión), apela a nuevos retos
educativos, que animen la realización de un mundo comunicativo valioso.
La imagen comunica de otra manera que el diálogo y la lectura. La comunicación televisiva, comunicación de imágenes,
apela con a) baja presencia perceptiva; b) escaso control consciente; c) actitud cognitiva de carácter pasivo; d) fuerte incidencia
en la configuración de la personalidad (intereses, motivaciones, lenguaje...).
Educarse para ser «semióticamente fuerte» es la propuesta pedagógica alternativa, válida para animar personas
autónomas y críticas en el contexto cultural televisivo actual