La educación es una actividad humana que tradicionalmente ha estado asociada a las relaciones interpersonales. A pesar de que las iniciativas de autoaprendizaje han estado presentes a lo largo de toda la vida del hombre y cuentan, actualmente, con un gran número de adeptos, desde los orígenes de la humanidad, la transmisión formal o informal de hábitos de vida, costumbres, valores y, en general, del acervo cultural ha contado con la participación de dos o más personas, protagonistas de los procesos educativos desde los roles de docentes (educadores, maestros, profesores) y aprendices (discentes, educandos, alumnos o discípulos). La educación social participa de estas consideraciones y sitúa en un papel preponderante al educador social, como facilitador, guía y mediador de procesos educativos, fundamentalmente colectivos, que permitan a los grupos asumir la responsabilidad de sus propias vidas y trabajar juntos por elevar la calidad de vida de todos los miembros.
Education is a human activity which has traditionally been associated with interpersonal relations. Even though self-learning initiatives have been present throughout the entire life of mankind, and they count, currently, with a wide number of followers, the formal or informal transmission of lifestyles, customs, values, and, in general, cultural heritage, has counted with the participation of two or more people, protagonists of educational processes from the roles of teachers (educators, teachers, professors) and learners (pupils, students or disciples) since the origins of humankind. Social education makes use of these considerations and positions the social educator in a leading role as facilitator, guide, and mediator of fundamentally collective educational processes, which allow groups to assume the responsibilities of their own lives and work together to raise the standard of life of all of the members.