La educación para el trabajo social en Gran Bretaña ha sido influenciada por las fuerzas de globalización, administración, armonización y las demandas del consumidor. Esto ha resultado en un currículo que cambia constantemente y que esta muy influenciado por los deseos de los empleadores. El trabajo social esta sujeto a las demandas internacionales, a la competición, al modelo comercial en la provisión de servicios. Los educadores no han tenido mucha influencia en estas arenas movedizas. Irónicamente, las dimensiones internacionales, la necesidad de llegar a un grupo profesional bien pagado y bien entrenado han sido marginalizadas. El lugar académico y la posición del trabajo social como disciplina adelantada por las investigaciones continúan siendo dudosos.
British social work education has been shaped by the forces of globalisation, the ‘new’
managerialism, European harmonisation, devolution, and user empowerment. This has
created a constantly changing curriculum which has been dominated by employer concerns
with routine practice. These developments have subjected social work to the demands of
international competition and commercial providers with the state losing provider status.
Educators have been unable to exercise much influence in these shifting sands. Ironically, the
international dimensions of social work and the need for a truly professionalised, highly paid
and well-trained workforce able to deliver empowering practice, have been marginalised. The
place of social work education in the academy remains suspect and social work’s position
as a research-led subject remains weak