Las transformaciones económicas más recientes llevan cambios de consecuencias aún poco conocidas,
entre otras razones porque muchos de los conocimientos almacenados en el campo de las ciencias
sociales ya no nos sirven para analizar con veracidad los procesos y los nuevos fenómenos que están
emergiendo. En este contexto, es demasiado frecuente confundir la realidad de los fenómenos emergentes
con los puntos de vista que sobre el mismo se vierten desde diferentes corrientes de pensamiento
para ponerlo al servicio de alguna causa. La denominada economía sumergida, es uno de esos fenómenos
que provoca abundante controversia, sin que hasta la fecha contemos con una evidencia empírica
suficiente y, por tanto, estemos lejos aún de una interpretación concluyente sobre el mismo.
Bajo este prisma, en este artículo se pretende esbozar una aportación analítica sobre el fenómeno
de la economía sumergida y, más en particular, en lo que al empleo se refiere, para lo cual los autores
se apoyan en las estimaciones empíricas más recientes. Esta reflexión se centra en los aspectos cuantitativos
del fenómeno, atendiendo, de modo más específico, a la realidad económica y social andaluza,
especialmente dotada para la propagación de forma irregulares de empleo.