El período analizado en esta crónica, segundo semestre de 2018, contrasta,
claramente, con la tónica seguida en períodos anteriores por la Comunidad
Autónoma en cuanto a la regulación de cuestiones ambientales: destaca en esta
ocasión, por un lado, la aprobación de distintas Estrategias, evidenciando una
actividad de planificación en un nivel superior que habrá de marcar el ejercicio
de las competencias ambientales de la Comunidad Autónoma en el horizonte
2030; y, de otro, importantes normas de cabecera en el ámbito del cambio
climático y el modelo energético al que aspira Andalucía.
Junto a ello, no puede dejar de destacarse una actividad reguladora sostenida
en el tiempo en aspectos como la protección de la biodiversidad y los espacios
naturales, o la acción de fomento de la Administración autonómica.
Sin duda, este segundo semestre ha supuesto la consolidación de numerosas
iniciativas normativas que estaban planificadas con anterioridad, destacando,
además, la diversidad de instrumentos normativos que se han utilizado por la
Comunidad Autónoma para la concreción de su política ambiental.