For more than three decades, increasing financialisation has been a core feature of the European economy. This process does not only lead to economic instability, but also to social inequality. A driving force of financialisation in Europe are the internal market institutions of the European Union, aggravated through the introduction of the Euro and the programmes for rescuing the common currency.
Durante más de tres décadas, la profundización del proceso de financiación ha constituido un elemento nuclear de la economía europea. Dicho proceso no solo ha generado inestabilidad económica, sino también desigualdad social. En Europa uno de los motores de dicha financiación ha sido el funcionamiento de las propias instituciones de la Unión Europea, agravado por la introducción del euro y por la aplicación de los programas de rescate de la moneda común. Dado que suele ser considerada como un escudo contra algunas de las consecuencias más negativas de la globalización, la Unión Europea debería constituirse en la institución preeminente a la hora de limitar el proceso de financiación, al objeto de favorecer una Europa más social. No obstante, tanto los fundamentos que la constituyen, como las relaciones de poder que operan dentro de la Unión, hacen que sea más probable que ésta se limite a facilitar el camino para una profundización tanto de la financiación como de la desigualdad social