Medidas de C02 en los suelos de la caldera de Rabaul, Papua Nueva Guinea, reflejan niveles de concentración altos, hasta cerca de un 20%, en relación con un margen activo de la caldera definido por sismicidad. Estos niveles anómalos del CO, en los suelos fueron detectados lejos de los aparatos volcánicos activos. La caracterización isotópica de carbono refleja un origen principalmente biogénico para el C02, pero aquellas muestras que presentan un mayor contenido de C02 muestran una firma isotópica relativamente más pesada