En este trabajo defendemos que Internet es un bien público universal
cuyo acceso debería estar garantizado a la ciudadanía para el ejercicio
de sus derechos y una mayor participación democrática. A pesar de los
avances en este sentido, apreciamos que en los distintos procesos de mejora
en la organización e informatización de la administración pública existe un
aspecto primordial que ha sido descuidado de manera reiterada, esto es, la
garantía de acceso a estas nuevas tecnologías en condiciones adecuadas de
asequibilidad. En el diseño de la “administración digital” (para un gobierno
abierto), no se han contemplado, como sería oportuno y deseable, medidas
idóneas para acompañar la metamorfosis del “ciudadano analógico” al “ciudadano
digital”. Esta carencia entre otras cuestiones, nos lleva a reflexionar
sobre el necesario reconocimiento del derecho de acceso a internet como
derecho fundamental, una vez vista su relación con el derecho a la libertad
de comunicación y expresión y derechos asociados a la igualdad, en los términos
en los que se recoge en la Constitución y en las Directivas Europeas.
In this paper we defend that Internet is an extraordinary tool, a
universal public good which must be guaranteed to citizenship, however, this
budget is not real. Among the different processes of improvement in the organization
and computerization of public administration there is a fundamental
aspect that has been repeatedly neglected, it is the guarantee of access
to these new technologies. The design of a “digital management” (for open
government) does not include appropriate measures to accompany the metamorphosis
of “analogue citizen” to “digital citizen”. This lack leads us to reflect on whether or not a right of access
to internet has to be considered
as a fundamental right, given their
relationship with the right to freedom
of communication and expression in
the terms set out in the Constitution
and the European directives.